sábado, 5 de diciembre de 2015

La Prescripción de ejercicio en la prevención y el tratamiento de lesiones de espalda – La columna cervical

Es bastante habitual encontrar en la población general y en deportistas dolor en la columna vertebral. Son muchas veces los deportes que solicitan movimientos de flexión y extensión repetidos, y movimientos rotacionales los que conllevan a sufrir esta dolencia. Las causas de este dolor pueden ser muy distintas y a veces desconocidas, y diferentes según la edad del sujeto.

-          En deportistas jóvenes podemos encontrar personas que padecen dolor de espalda de manera repetida, encontrándonos como diagnóstico en la mitad de los casos espondilitis/espondilosistesis, alteraciones discogénicas tales como hernias o degenerativas, esguinces lumbosacros y en la cuarta parte de los casos hiperlordosis.
-          En la población adulta tenemos en la mitad de los supuestos alteraciones discogénicas (degenerativas, hernias), estenosis del conducto vertebral, espondilosistesis, osteoartritis, esguinces lumbosacros en la cuarta parte de los casos, describiéndose a su vez como causantes del dolor lumbar algunos desequilibrios musculares en los músculos flexores y extensores de las extremidades inferiores. En la mayoría de ocasiones, los problemas degenerativos que aparecen en la edad adulta provienen de sobrecargas en la infancia o adolescencia sobre la placa de crecimiento, discos vertebrales y carillas vertebrales.
Atendiendo a la columna cervical, los traumatismos sobre estas suelen afectar a múltiples estructuras: hueso, ligamentos, médula espinal, discos intervertebrales, raíces y nervios periféricos. Podemos encontrarnos desde una contractura muscular hasta una fractura luxación con lesión neurológica permanente. Sin embargo, dentro de la práctica deportiva no es muy frecuente encontrarse con lesiones graves.

1)      Lesiones graves de la columna cervical superior. Comprenden:

a.       Luxaciones atlantooccipitales: la manifestación más importante coincide con una afectación neurológica siendo mortales en la mayoría de los casos.
b.      Fracturas del atlas: No suelen presentar afectación neurológica, aunque presenta dolor intenso, hiperestesia, contractura muscular paravertebral y limitación rotacional por dolor.
c.       Luxaciones o subluxaciones atlantoaxoideas: se manifiesta principalmente en forma de tortícolis, lo que sugiere estabilidad en ausencia de alteración neurológica.

2)      Lesiones graves de la columna cervical inferior: Normalmente presentan afectación neurológica de dos maneras:

a.       Signos de lesión medular, lo que sugiere inestabilidad de la columna.
b.      Signos de lesión radicular, que indicaría menor inestabilidad cervical.

3)      Lesiones no graves de la columna cervical: incluimos en estas lesiones:

a.       Lesiones del plexo braquial: como estudiamos en el caso práctico, se produce tras una contusión única o repetida en el hombro. No es lesión común en el deporte excepto en fútbol americano. Se clasifica en tres tipos:
                                                               i.      Neuropraxia: se trata de una lesión reversible que puede resolverse en un máximo de dos semanas. Para la prevención de lesiones recurrentes de neuropraxia del plexo, sería muy conveniente un programa de ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del cuello y el hombro, y un collarín cervical apropiado en base a la actividad física que desarrolle el sujeto.
                                                     ii.      Axonotmesis con disrupción del axón y la vaina de mielina, con una recuperación completa.
                                                                iii.      Axonotmesis con lesión completa y sin recuperación.
                                                           iv.      Una lesión específica es la que se conoce como burner síndrome y que causa debilidad y anestesia además de sensación de quemazón en la totalidad del brazo o en una gran parte. Se trata de un traumatismo por tracción que estaría afectando a las raíces C5-C6.

b.      Esguinces cervicales: se presentan frecuentemente después de un traumatismo indirecto y en la práctica de deportes de contacto. El dolor cervical con limitación de la movilidad es característico, aunque no es habitual el dolor irradiado o parestesias. Es normal que se lleven a cabo la exploración neurológica y radiológica. Esta lesión se resuelve habitualmente de modo espontáneo, por lo que si persiste el dolor, parestesia o limitación considerable de la movilidad debemos realizar de nuevo una exploración física y radiología exhaustivas para identificar otro tipo de lesiones

En cuanto a la rehabilitación de los problemas de la columna cervical, hemos de tener en cuenta longitud muscular de los flexores anterolaterales del cuello (esternocleidomastoideos y escalenos). La disminución de la longitud de estos músculos puede ser simétrica o asimétrica y nos da una idea del grado de la contractura. Lo principal en el tratamiento de este tipo de lesiones es restaurar la amplitud de movimiento, lo que se logra a través de la movilización, elongación y ejercicios activos de amplitud de movimiento. Cuando la limitación de movimiento se debe a un acortamiento de la musculatura anterolateral, debe llevarse a cabo un programa de estiramientos de esta. La movilización precoz es importante para tratar el dolor de cuello. Vienen bien técnicas terapéuticas como el frío y el calor o la electroestimulación, aunque no suplen a los ejercicios, que deben realizarse cuatro o cinco veces al día.



Bibliografía:


1)      Ricard Serra Grima, Caritat Bagur Calafat; Prescripción de ejercicio físico para la salud. Editorial Paidotribo, Barcelona, 2004. 

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