¿Qué es?
La hernia discal es una dolencia muy común de la columna vertebral. Se trata de una afectación del disco intervertebral, casi siempre a nivel cervical o lumbar y, muy raramente, a nivel dorsal.
Un disco intervertebral es una especie de
almohadilla que está entre las vértebras, soportando la presión entre ellas y
ejerciendo una función de amortiguación. Éste consta de dos partes:
- Núcleo pulposo: parte central de consistencia gelatinosa cuya función es repartir las presiones en todas las direcciones
- Anillo fibroso: envuelta fibrosa de colágeno que mantiene el núcleo pulposo en su lugar. Sus fibras se orientan en todas las direcciones y hacen que el disco sea muy potente y soporte bien las presiones.
Cuando un disco se rompe deja salir al líquido
pulposo que está en su zona central hacia el canal raquídeo, lo que producirá,
en la mayoría de los casos, una compresión en las raíces nerviosas,
provocándose, de esta forma, un cuadro clínico de lumbociática.
Causas
Al valorar las causas de una hernia discal, contamos siempre con factores mecánicos:
Al valorar las causas de una hernia discal, contamos siempre con factores mecánicos:
- Factores mecánicos
La obesidad, el estar mucho
tiempo sentado o flexionar repetidamente la zona lumbar hace que se fatigue, se comprima el disco intervertebral y con el
tiempo se deshidrate y se vaya lesionando predisponiendo a la rotura del anillo
fibroso, lo que favorece la salida del núcleo pulposo del disco.
Además de estos factores, que
siempre están presentes, hay otros
más complejos e importantes que en realidad pueden ser la raíz del
problema.
- Alteraciones viscerales.
Si un órgano
o una víscera funciona mal, va a dar lugar a una serie de reflejos a la
musculatura que controla el disco haciendo que dichos músculos estén
permanentemente tensos, a veces de un lado y relajados del otro. Esto
favorecerá que esa vértebra esté “atascada” hacia un lado, comprimiendo
permanentemente el disco de ese lado y favoreciendo la hernia.
- Tensión muscular mantenida
Además de estar la vértebra
desequilibrada, si un tejido está constantemente comprimido, si hay tensión
muscular, emocional, que mantiene los músculos, incluso en reposo, tensos, es
lo que verdaderamente degenera un disco.
- Exceso de trabajo
El cuerpo tiene 5 vértebras lumbares que tienen que
trabajar en los movimientos de lordosis y movimientos lumbares.
Es común que las vértebras dorsales bajas y las
lumbares altas estén rígidas o se vuelven rígidas (causa de un problema de
riñón, cansancio, atasco energético o vida sedentaria). Dicha rigidez provocará
que las lumbares L4 y L5 se vuelvan hipermóviles y trabajen demasiado. Por este
motivo, la zona lumbar es más susceptible de sufrir hernias discales.
Síntomas
Es muy común que muchas hernias sean asintomáticas.
Si la hernia no comprime un nervio no tiene por qué haber ningún síntoma.
Vamos a diferenciar entre los síntomas de una hernia
discal a nivel cervical y a nivel lumbar.
- Síntomas de las hernias discales cervicales
- Dolor cervical frecuentemente irradiado hacia el brazo
- Pérdida de fuerza
- Disminución de la sensibilidad
- Espasmos en los músculos del cuello
- Síntomas de las hernias discales lumbares
- Sensación de entumecimiento, cosquilleo, calambre o pérdida de sensibilidad en las piernas
- Dolor de espalda, glúteos, piernas y pies (cuadro ciático).
- Debilidad muscular en la extremidad
Lo característico del dolor de las hernias discales
es que aumenta con la flexión o lateralización de la columna vertebral y con
movimientos que estiran el nervio ciático. Estos síntomas empeoran al sentarse,
caminar, al hacer esfuerzos, al toser o estornudar y, por lo general, con
reposo en la cama remiten.
Tratamiento
La mayoría de las hernias mejoran siguiendo algunos
pasos:
- Corregir el desequilibrio mecánico: adoptando buenas posturas y evitando, en la medida de lo posible, ejercicios repetitivos.
- Mejorar la alimentación para eliminar las influencias viscerales. Si corregimos lo anterior y se mantiene un problema en las vísceras será muy difícil obtener resultados favorables.
- Relajación general de la musculatura: se pueden hacer ejercicios para movilizar (no fortalecer) para ayudar a que la musculatura se contraiga y se relaje.
- Repartir el dinamismo, con ejercicios de movilización y flexibilización en la zona lumbar alta y dorsal baja para que ésta tenga menos hipermovilidad y sea menos inestable.
- En casos graves pueden ser necesarias inyecciones espinales o una cirugía.
Bibliografía:
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Kovacs, F. El libro de la espalda. 1ª Edición. Barcelona: Editorial
Planeta, S.A; Abril 2015.
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Pereira Riverón, R. Guías terapéuticas en neurocirugía: Hernias de disco y
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Junquera Landeta, R. Disfunciones Víscero-emocionales y su repercursión en el
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Junquera Landeta, R. El estrés, otras alteraciones emocionales y tu dolor de
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-
Clevelandclinic [Internet]. Disponible en: http://goo.gl/ERILiY
Mónica Rodríguez Portela
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